lunes, 6 de octubre de 2008

Mi Fortaleza

Hay momentos en nuestras vidas donde nos preguntamos si en realidad existe un Dios.

Momentos difíciles en donde no encontramos salida. Nos encerramos en nosotros mismos y no queremos ver ni entender que más adelante sí hay salida, sí hay libertad, sí hay un Dios. Un Dios que no nos deja, que cuando más solos, cansados, entristecidos estamos, ahí está él para ayudarnos, consolarnos, y esperando que vayamos a su encuentro a contarle nuestras situaciones. Nunca nos abandona y cuando sentimos que estamos solos debemos preguntarnos quién fue el que se alejó: ¿Dios o yo?
Si buscas bien te darás cuenta que fuíste tú, pues Él no se cansa y siempre estará esperando que tú le pidas que te consuele.

Muchas veces creemos tener amigos y les contamos todo, esperando apoyo, consuelo o simplemente un abrazo. Pero cuando ese amigo nos falla se nos cae el mundo y renegamos y hasta peleamos con Dios. Sin entender que el verdadero amigo es aquél que está con nosotros en los momentos más difíciles, el que está a tu lado cuando la puerta de tu habitación se cierra y se abren las lágrimas de tus ojos.

Y no lo queremos aceptar, pero ese verdadero amigo se llama Jesucristo.

El único y real amigo. El que llora contigo, pero también ríe contigo. El que no te falla aunque le falles. El que cuando perdona lo hace de verdad y nunca vuelve a mencionarte los errores del pasado. Cuando te fíes de Él y le entregues tus problemas y busques su fortaleza, entonces entenderás el por qué de lo que te rodea.

No es fácil, nadie lo ha dicho así, pero con Dios se puede.

Dime, ¿habrá algo difícil para Dios? Yo creo que no y así tú debes entenderlo.

Deja de decirle a Dios cuán grande es tu problema y comienza hoy a decirle a tu problema cuán grande es tu Dios. No te pongas límites, para Dios no los hay. Deja que el sea tu norte y tú sólo levántate, agárrate fuerte de su manto y no te sueltes.

Cuando yo pude entender eso, y lo hice, todo cambió en mi vida. Siguen los problemas, las altas y bajas, pero ¿sabes algo? Ahora entiendo que:

"TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE"

Hoy es el tiempo de vivir lo que cantamos... y vaya que es grande este desafío... más cuando estamos pasando valles de sombras y muerte.

Oremos juntos:

“SEÑOR, AUNQUE PASE POR VALLE DE SOMBRA Y DE MUERTE,
NO TEMERÉ MAL ALGUNO,
AUNQUE SOY DÉBIL EN ETAPAS DE MI VIDA,
HOY DIGO “SOY FUERTE Y TODO LO PUEDO Y LO PODRÉ”.
HOY DEJO MIS TEMORES,
PORQUE TODO LO PUEDO EN CRISTO JESÚS QUE ME FORTALECE”.

Amén.

Dios nos bendice
Marcela Gael

No hay comentarios.: